¿Conoces a Guybrush Threepwood, al pirata zombi LeChuck y a Elaine Marley? Si estos nombres solo te traen buenos recuerdos (como a mí), es que en su día también jugaste al Monkey Island. Uno de los videojuegos favoritos de mi infancia. Me reía muchísimo con sus ingeniosos diálogos, y por eso cuando supe que iban a lanzar una nueva aventura en 2022 no lo dude ni un momento: tenía que comprarlo.
Pues bien, hace solo unas semanas salió “Return to Monkey Island” y no he podido disfrutar más jugándolo. La historia tiene muchos momentos nostálgicos, pero a pesar de ello no resulta aburrida. Y mientras jugaba, me di cuenta de una cosa: que los creadores (liderados por Ron Gilbert) son unos maestros de contar historias divertidas. Pero es que, además, una de las tramas del juego está dedicada a que tú también aprendas a contar buenas historias.
Cómo “Return to Monkey Island” nos enseña a contar buenas historias
En una parte de la historia necesitarás un objeto, y para conseguirlo te dejarán formar parte de los “peces gordos” (un club secreto que se dedica a contar historias sobre peces) y te pedirán que cuentes una buena historia. En ese momento, tú (Guybrush Threepwood) te lanzarás a relatar cómo una vez te engulló un manatí, pero el dueño del objeto te dice que no sabe qué es un manatí, y que busques al resto de peces gordos para que te enseñen a contar una historia de forma decente.
Los tips que te dan en Monkey Island para crear buenas historias
El encuentro con otros miembros pertenecientes al club de los peces gordos nos dejarán estos 5 tips para crear buenas historias:
- Vocabulario comprensible. El primer pez gordo te pedirá que le narres la historia, y el primer consejo que te da es que utilices un vocabulario comprensible para tu lector. Parece una tontería, pero en muchas ocasiones queremos elaborar un discurso tan culto o tan de nicho que se nos olvida hacer que sea comprensible.
- Un comienzo con contexto. No des por hecho que el lector sabe de qué estás hablando. Cuenta dónde sucede la historia, quiénes son los protagonistas y cómo es el entorno.
- Final dramático. “¿Pescaste el pez? ¿Se escapó? ¿Alguien se casa, muere o ambas cosas? ¡La gente quiere saber cómo acaba todo!”
- Jerga adecuada para el tema que estás tratando. Usar palabras que las personas que te escuchan conocen y que son propias del sector que estás narrando crea un vínculo, un sentimiento de afiliación y dan significado preciso a la historia. Según el personaje: “por eso, las historias marinas que parecen auténticas, tienen mucho argot de pescadores (cañeros)”.
- Descripciones detalladas. “Cuando atrapo un pez, no digo solo que lo he atrapado. Digo que había un pez majestuoso, reluciente como el mercurio, surcando las olas, machacando el sedal como un mentiroso a la verdad.” Tiene más gancho, ¿no?
- Explicar bien cada acción: la gente quiere conocer la experiencia al completo.
Más allá del SEO: el poder del storytelling
Y es que muchas veces nos centramos tanto con crear contenido que sea eficaz en cuanto al posicionamiento que nos olvidamos de lo más importante: que el contenido es para las personas, y les tiene que interesar lo que están leyendo. Utilizar el storytelling es una buena manera de conectar y hacer comunidad.
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